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Ana Catalina, sobrina |
A Ana Catalina la conozco desde pequeñita, por supuesto, y creo que la chineé bien como tío. Después de salir del colegio la vi fajarse muy seriamente con sus estudios de Farmacia en la Universidad de Costa Rica, con noches de desvelo y días de aula. Cuando le tocó hacer servicio comunal para su doctorado, la vi llorar al separarse de la familia. Cumplido ese ciclo, me contaron que también lloró al desprenderse de la comunidad con la que compartió un año. Entró a trabajar al (hospital) San Juan de Dios y, así, pudo prepararse aún más en el extranjero. Cuando me operaron de cáncer, recuerdo, ella estudiaba en España. Hoy, un boletín de la propia Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) habla del programa de educación farmacéutica para mejorar la adherencia de los pacientes a los tratamientos médicos. Ahí está mi sobrina. Dice: “La doctora Ana Catalina Venegas Campos, del San Juan de Dios, y el doctor Jairo Sancho, del área de Salud de Palmares, explicaron que gracias a los programas educativos se ha logrado que pacientes con enfermedades como la diabetes, la hipertensión y el VIH/sida hayan logrado controlar su enfermedad, reducir las complicaciones, las emergencias médicas y las fallas terapéuticas”. Se trata de la fidelidad del paciente a sus medicamentos y, ante todo, de estrategias para lograrlo. El plan lo informa completo María Isabel Solís, de la Dirección de Comunicación de la CCSS. En esta bitácora o blog solo pretendo, ahora, dejar fe de mi cariño por Ana Catalina y felicitarla por el desarrollo de este importante plan.