Los efectos visuales en el cine: el primero de ellos (Méliès)

La revolución científico tecnológica ha facilitado el arte del audiovisual y el cine sale favorecido al abaratarse en costos y acrecentarse la posibilidad de los efectos visuales. La verdad es que el cine por sí solo es un efecto especial (visual). El desarrollo tecnológico le da otra cara al sétimo arte, con la ventaja de que logra incluir los efectos visuales en las características narrativas del filme. Para quienes defienden la tradición cinematográfica, el tema los asusta. No hay por qué: la historia del cine solo crece con su propia historia, como lo hizo ayer con los trucos de George Méliès (1861 – 1938), trucos nacidos de un accidente: cuando Méliés veía una película propia, observó que un bus se había convertido en coche funerario. Al averiguar la causa, recordó que la cinta se había atascado en la cámara mientras filmaba. Adrede, hizo lo mismo en su siguiente filme, Desaparición de una dama. La suerte estaba echada. El cine se enriqueció y hoy los efectos especiales son un apartado significativo en el quehacer cinematográfico. (wvs)