Noches de encanto para filme sin encanto

Christina Aguilera se vio en una película y, enamorada de sí misma, logró que cada plano estuviera dedicado a ella, cada plano. El filme en cuestión es un musical, por supuesto, y se titula Burlesque: Noches de encanto (2010). El director está puesto al servicio de ese culto “christiniano”. Se llama Steve Antin. Para atraer más público, los productores contrataron a la apergaminada Cher, quien hace milagros para tratar de ocultarse sus 64 años y se echa un par de canciones. El argumento nos cuenta cómo es que nace una estrella. Se llama Ali (Aguilera), chica de pueblo que se marcha con su voz en la mochila. En Los Ángeles llega a la Sala Burlesque, teatro de variedades que está a punto de quiebra. La dueña del Burlesque es Tess (Cher), quien convierte a las chicas en estrellas. Noches de encanto tiene, a lo sumo, el “encanto” de un objeto herrumbrado. Sin serlo, suena a puerta vieja. Es película tan irregular como cigarro mal fumado, que puede gustar –sí– a los más fanáticos del género o de las actrices, lo que no significa que sea buena película. ¡Para nada! (wvs)

Crítica completa puede ser leída en:
http://www.nacion.com/2011-04-04/Entretenimiento/UltimaHora/Entretenimiento2735922.aspx