Enemigo interno es cine más que desafiante

He aquí una película desmitificadora: Enemigo interno (2009), dirigida por el buen realzador alemán Werner Herzog, indaga en los laberintos de la conducta humana en una realidad social ultrajada (Estados Unidos), lejos del propagandístico “sueño americano”. Se trata del refrito de una cinta del iconoclasta Abel Ferrara: El teniente corrupto (Bad Lieutenant, de 1992). Es la historia de Terence McDonagh (Nicolas Cage), quien es un nada ejemplar teniente de la policía, adicto al juego, a las drogas y enamorado de una prostituta (Eva Méndez). El teniente investiga el asesinato de cinco inmigrantes senegaleses en Nueva Orleans, después de Katrina. El filme camina entre la acción de un hecho policial y el estudio sin concesiones de los dilemas humanos. Son importantes las actuaciones. Nicolas Cage hace un esfuerzo para mostrar un sujeto desgarrado. Eva Méndez logra mostrar las debilidades de una persona atropellada en su condición de mujer, pero es el personaje más esperanzador de la historia. Es película capaz de vulnerar sensibilidades, pero también de ser desafiante. (wílliam venegas)