Rojo como el cielo: el color de los sonidos...

A Mirco le encanta el cine y jugar en el campo de su Toscana con los demás niños. Así, hasta el día en que un accidente lo deja –poco a poco– ciego. Es la base de la trama de una buena película que nos llega con el título de Rojo como el cielo (2007), estrenada en otros países como El color de los sonidos. Este filme italiano, dirigido por Cristiano Bortone, nos trae una historia de acrisolados sentimientos que nos muestra la capacidad del ser humano para reinventarse a partir de sus propias limitaciones, como puede ser la ceguera. Cuando Mirco es internado en una escuela para niños invidentes, no solo se reencuentra a sí mismo, sino que –en ese proceso– jalona a sus compañeritos. Es historia real, la de Mirco Mencacci, hoy ingeniero de sonido o sonidista reconocido del cine italiano. Con niños capaces de ser actores intensos, esta película a la vez que emotiva, es alentadora. Aquí hay sensibilidad, ternura, también dureza emocional y tensión dramática (ej.: los niños, pese a sus cegueras, se escapan al cine y lo disfrutan como nadie; pero luego, al regreso…). Excelente música: para puntuar emociones. (wílliam venegas)