Decía Jean Renoir: “Todo
lo que se mueve en una pantalla es cine” y, gracias a esa amplia definición, se
me quita la duda de si la película Muñecas rusas (2014) es o no es
cine, del costarricense Jürgen Ureña
Ureña demuestra que para hacer cine alternativo e inquietante no se necesita
siempre de leyendas como Orson Welles o Serguéi Eisenstein. Ni siquiera se
necesita una historia alambicada ni se tiene por qué ser original. Muñecas
rusas solapa que el guion no es un género literario, por más que lo
exija el mexicano Guillermo Arriaga. El guion, dice Fernando Trueba, es un
instrumento de trabajo con el cual se construye la película y para que cada
quien sepa lo que tiene que hacer. Punto. Así entendido, un guion solo es evaluable en la pantalla y, desde ahí, el de Muñecas
rusas muestra que Jürgen Ureña y su equipo tienen talento para hacer una
película “rara” (según el propio Ureña) a partir de cualquier minimalismo, aunque
–aún así– me resultó película cansina. Sin embargo, acepto que este filme nunca
pierde lo esencial de su propuesta. ¿Es Muñecas
rusas cine experimental? Solo por ratos. Más bien es cine audaz que se
sustenta en un mínimo narrativo para hallar imágenes provocadoras. Lo intenta.
Creo que el cine experimental es más indescifrable, contracomercial y rupturista,
porque se desprende de toda idea narrativa o relato. Pese al evidente deseo experimental de Jürgen Ureña, Muñecas rusas es siempre
un filme más preocupado por la comunicación que por la creación. Eso no se lo
quita de encima. ¿Falla? Sí, en este caso.
Su leve argumento no es
original, cierto, ni tiene por qué serlo. Es mejor su tratamiento, importante para
el cine costarricense. Es huella, pero tiene su trampa: repetir así o asá lo
visual lleva al hartazgo (es la misma mona con distinto rabo, ¡y lo hace!). Así, Jürgen Ureña perdió
la posibilidad de hacer un cine sin historia: no siempre el cine es narración y
representación, aunque esto sea. También hay el llamado “cine de director”. En las películas de director, dice Glauber Rocha, la historia es únicamente uno
de los elementos de la dirección. ¿Entonces? Entonces el director debe
encargarse de crear un mundo de imágenes. Es lo que casi logra Jürgen Ureña y
mi aplauso por ello. Es lo que no logró del todo y, creo, era su propósito. Es
su paradoja. He elogiado los cortos de Ureña y ahora me place reconocerle su afán por el valor
del riesgo, según la frase aquella de “No sé a dónde voy, pero sé que allí no
iré”, que repetía el gran Nelson Pereira dos Santos. Este filme de Ureña, con sus abstracciones, es útil para hacer crecer la
“inteligencia cinematográfica” del espectador: de lo simple a lo complejo. El
cine no debe ser siempre solo para que el público lo entienda. Eso es
despreciar la inteligencia del otro: es populismo.
Muñecas
rusas no es película perfecta, ni siquiera es el mejor filme
costarricense, por culpa de sus propias contradicciones, pero es importante
acto agitador de nuestro cine: el de aprender mientras se realiza, lejos del
verosímil aristotélico. Vi a espectadores salir de la sala, no pocos. A ellos les recuerdo la
frase de Paul Valéry: “El (buen) gusto está hecho de mil disgustos”.
11 comentarios:
MUÑECAS RUSAS
Título original: Muñecas rusas
Costa Rica, 2014
Género: Drama
Dirección: Jürgen Ureña
Elenco: Antonio Yglesias, Liliana Biamonte, Karina Conejo, Leonardo Perucci
Duración: 70 minutos
Cine: Magaly
Calificación: TRES ESTRELLAS ( * * * ) de cinco posibles
Crítica completa en periódico La Nación:
http://www.nacion.com/ocio/cine/Critica-cine-Munecas-Rusas_0_1451454853.html
Qué decir de Muñecas Rusas??... Pasé 70 minutos confundida, esperando un giro en la historia que nunca llegó, las actuaciones de algunos buenas(talvez de los veteranos), de otros muy simplonas, me aburrí, quise entender, esperé a que algo tuviera sentido y al final Jurgen Ureña me confirmó que lo que vi no tenía ni pies ni cabeza, que fue un experimento lúdico de Jurgen y sus amigos pero nada más... A mi como espectadora no me dejó absolutamente nada. Y no fui la única... la prueba fue la cantidad de gente que a media película se levantaba consternada y se iba. Ustedes qué piensan? Ocupo saber dónde está lo bueno de ese experimento?
Yo quise darle sentido, y en su esencia el mensaje aparece, pero lo sentí incompleto. Vi la intención y eso está bien pero nada más no me llegó. Le doy puntos en su estética, en el movimiento sutil de la cámara, en la narración de don Antonio y en algunas actuaciones de grandes del teatro.
Ya la leí. Excelente análisis del filme.
La vi ayer, y me habría gustado asistir hoy al conversatorio. Gran película! Y gran descubrimiento este director. Apunta muy alto, con algo super sencillo.
Ya le he dicho que me encantan sus críticas! Muy buena como siempre!!!
Y te soy sincera fuiste bastante benevolente, pudiste criticar con más severidad, pero muy linda de verdad... Usted es un hombre muy educado, agudo e inteligente...
No, DW,
creo que tampoco veré esta película
Si ustedes los humanos hablan como humanos para qué hacer una película donde se habla de otra manera, ¿para los pandas?
Con su crítica, DW, es cierto que hay que llevar a la gente a ser más culta
pero con cine culto y no con cine raro como dicen que se autodefinió o definió su película don Jurgen Ureña.
Hace apenas unos días, en el Taller de Crítica Cinematográfica organizado por el Costa Rica Festival Internacional de Cine, el crítico brasileño Jose Carlos Avellar comentaba que “así como el guión nos orienta sobre la película que será, la crítica arroja luz sobre la película que es.” Hoy les compartimos el texto publicado por Wílliam Venegas en el periódico La Nación. ¡Muchas gracias, William, por colaborar con la conformación de un ecosistema crítico saludable, respetuoso y agudo!
Buena guía para entender la película...
Saludos
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