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domingo, 17 de abril de 2016

"La jugada maestra" no logra ser película maestra

El ajedrez a nivel del habla popular lo colocó un excéntrico campeón mundial: el estadounidense Robert James Fischer, recordado como Bobby Fischer. Ahora lo vemos con un filme apreciable que nos llega con el título de La jugada maestra (2014), dirigido por Edward Zwick, realizador de consabida maña, bien ayudado por la música de James Newton Howard. Todo juego exige del jugador una actitud esencial o cardinal: ¡vencer! Bobby Fischer era un genio y, como tal, tenía el talento para vencer a los campeones en serie que la escuela soviética de ajedrez tenía para entonces, por los años 70. El problema fue que Fischer cayó en manos de los políticos, quienes vieron en él la posibilidad de un triunfo no deportivo, sino ideológico, ante los ajedrecistas soviéticos. En ese momento, el campeón era Boris Spassky. Se estaba en plena Guerra Fría y, obviamente, los políticos soviéticos también hicieron del ajedrez un arma de propaganda ideológica. En 1972, la serie entre Spassky y Fischer fue calentada de tal manera por los políticos de ambos bandos, que devino ojo de cíclope en la tormenta política. La película concentra la atención en Robert James Fischer. Así, desde su infancia. El filme trata de que lo entendamos tanto en lo genial como en lo turbulento. Lo logra, pero no del todo. Es el problema de la película: no amarra cabos sueltos que por ahí va dejando. Tobey Maguire no es actor indicado para encarnar a Bobby Fischer: no logra mostrarlo como el sujeto que quería disponer de su vida. Es flojo este actor para mostrar la lucha interna del genio y prefiere exponer a Fischer como alguien fuera de sí mismo. En esto, hay complicidad del director de la película. El actor Liev Schreiber muestra más espuela como Boris Spassky, pero no es personaje principal, por lo que el filme se desequilibra y el relato pierde tensión dramática. En términos histriónicos, Schreiber le da jaque mate a Maguire.

14 comentarios:

Wílliam Venegas Segura (DW) dijo...

LA JUGADA MAESTRA

Título original: Pawn Sacrifice
Estados Unidos, 2014
Género: Drama
Dirección: Edward Zwick
Elenco: Tobey Maguire, Liev Schreiber
Duración: 114 minutos
Calificación: TRES ESTRELLAS ( * * * ) de cinco posibles

Wílliam Venegas Segura (DW) dijo...

La jugada maestra logra mantenerse; empero, si hubiese acortado tanta información primera, habría podido hablar más del Fischer que, luego, fue perseguido por las autoridades de su país. ¿Por qué tenía miedo Fischer de jugar ajedrez de nuevo? Tareas pendientes.

Isaí Hernández dijo...

Me gustaron las actuaciones de Tobey Maguire y Peter Sarsgaard. Muy buena película. Alienta a colocar el tablero sobre la mesa.

José Mairena dijo...

Muy bien dicho don William. El maestro ruso termina siento personaje memorable.

Gabriel Belmont dijo...

Hace meses que vi la película así que no recuerdo con mucho detalle pero estoy de acuerdo con lo que dice su crítica, la película tiene sus momentos, sin embargo le falta algo y me parece que no está tan bien estructurada en la primera mitad.
A mí me gustó la actuación de Tobey Maguire fuera de Spiderman aunque concuerdo que para el personaje pudieron haber buscado un actor más ideal.

Al ajedrez le tengo mucho respeto, me gusta mucho aunque no me considero muy bueno.

Hawk Earle dijo...

Eso es a lo que se exponen muchos actores principales cuando tienen a un excelso colega de secundario: desvisten todas sus limitaciones. Se ve bien mal Tobey Maguire frente a Liev.

Marjorie Ávila Salas dijo...

Cuando se hace producción artística biográfica se corre el riesgo de que el enfoque escogido no sea satisfactorio para otras personas, quizás por eso el crítico de la Nación Wílliam Venegas La Huella Del Ojo, a quien respeto de verdad, pero con quien no siempre estoy de acuerdo, no gustó de que se presentarán secuencias de la niñez de Bobby Fischer,en este filme, las cuales fueron de mi absoluta satisfacción pues con ellas, el director intenta dar una explicación de la posterior enfermedad mental del ajedrecista, que según entiendo, corresponde a enfermedades que algunas personas traen geneticamente y que se desarrollan si el contexto que rodea a la persona lo promueve, esto es el ámbito de sicólogos y yo no lo soy, así que me quedo en mi propio gusto. Pero si entramos en materia propiamente cinematográficamente,coincido en que la película deja algunos vacíos, por eso no es perfecta, pero pienso que el aspecto que trabaja sobre la relación genio-locura es fascinante y creo que Maguire, quien nunca me ha gustado como actor, hace una labor muy buena, sobre todo al final cuando con mirada vacía, nos muestra la total inmersión del jugador en la pérdida de conciencia de la relación realidad imaginación. Tanto Schriver como el mencionado hacen una labor muy buena y yo sí sentí un balance entre ambos contendientes a nivel actoral, sobre todo al hacer patente que uno es un chiquillo y el otro un hombre maduro. Algo muy bueno, de la película es que no es necesario saber ajedrez, para entender el drama de estas personalidades solitarias que son los ajedrecistas. El ajedrez es una metáfora de la vida, por eso tantos jugadores, nos dice el filme, pierden su razón en el proceso, vivir no es fácil y jugar a dios menos, en ese sentido el ajedrez es una especie de metamirada sobre un momento vital, de allí la peligrosidad de jugar este fascinante juego, que yo no juego, quizás por temor.
El arte se encuentra lleno de personalidades que bordean o se sumergen en la locura, parece que el ajedrez también, ambos construyen sobre lo que hacemos cotidianamente, analizar la vida, por eso este filme es valioso y obliga a reflexionar sobre el vivir. Cuando una película reflexiona a estos niveles hay que verla.

Tatiana Herrera dijo...

Película dura, muy dura, llena de aristas y muy compleja, como el ajedrez y como la vida misma. Coincido con lo que dice Marjorie, mi mamá (jeje) y es que el tema ya de por sí se las trae. Un biopic que no se queda en el relato intimista, pero que sí lo desarrolla y con creces. Así maneja muy bien, al menos, dos direcciones: el problema personal y la relación con los eventos de la Guerra Fría. Los hechos de la infancia y la adolesencia de Fisher me parecen determinantes, según lo planteado por la cinta, pues ahi se detonaría parte de su locura. Pero además, trata la ya conocida metáfora del ajedrez como la vida (siendo J. L. Borges uno de sus más altos postuladores), trata la angustia de la confusión entre la realidad y la ficción, que eventualmente lleva a la locura (como Quijote), la delgada línea entre locura y genio, la soledad de estar en esea condición, y trata la condiciones de peones de los seres humanos, utilizados y descartados por un sistema ingrato. Sin duda, una gran película que parece de bajo perfil, que debería ser vista y revista. Ah y con actuaciones que sorprenden y dan la talla, pues yo no me esperaba interpretaciones de ese nivel, especialmente en el caso de Mcguire. Perspectivas sobran, pero de que vale la pena verse, vale la pena.

Marjorie Ávila Salas dijo...

Como hemos podido ver, de tres comentarios: Don Wílliam Venegas La Huella Del Ojo, mi hija Tatiana Herrera y mi propio comentario, esta película tiene mil lecturas. No es posisble dejar de verla. Lo que menciona Tatiana es de lo más valioso, porque la objetividad con que se ubica en la Guerra Fría es impresionante, al final ambos: Fischer y Spassky no son más que "peones" de dos sistemas que reciben los sacrificios de sus vidas e igualmente los desechan.. El filme, en inglés se llama PAWN SACRIFICE.

Wílliam Venegas Segura (DW) dijo...

Marjorie,
gracias por su observación y por su buen comentario. Lamento que estas películas sean de relleno para la distribuidora Mundo Cine, de la cadena Cinépolis, y que las den durante siete días nada más, como sucedió igual, hace una semana, con "Un hombre irracional" (de Woody Allen).

Gloriana Huertas dijo...

"En términos histriónicos, Schreiber le da jaque mate a Maguire." Jajajaja.
Totalmente de acuerdo.

Mark de Zabaleta dijo...

La buena elección del actor es siempre la clave...

Saludos

José Mairena dijo...

El guión hace una transmutación: el gringo tiene delirios de persecución y el q está realmente atrapado es el ruso. Hay cierta sinergia entre ellos. El ruso sabe q esta dominado por el Estado y el juego. Por eso, al final él se liber, pero bobby no; el pobre no aprendió nada, ni siquiera que fue usado. Su «enfermedad» nunca fue tratada.

Wílliam Venegas Segura (DW) dijo...

Eso es a lo que se exponen muchos actores principales cuando tienen a un excelso colega de secundario: desvisten todas sus limitaciones. Se ve bien mal Tobey frente a Liev. (Hawk Earle).

"desvisten sus limitaciones", me gusta esa frase del comentario del Fanatitico del cine Earle, por eso lo traigo de nuevo.