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domingo, 12 de junio de 2016

"El maestro del dinero": cine valiente con su denuncia

Uno siente complacencia cuando un filme se atreve a decir verdades que el propio sistema oculta. No sucede muy a menudo, pero hay películas hechas con intrepidez. Incluso, uno se queda sin entender cómo han logrado colarse dentro de las redes del paradigma que las produce. En este momento, esa sensación nos la produce un filme transgresor nada demagógico, dirigido por la muy conocida Jodie Foster, que nos llega con el título de El maestro del dinero (2016). A primera mano, la gracia de dicha película parece estar con su directora y con su elenco: George Clooney, Julia Roberts y la llamativa actriz que es la irlandesa Caitriona Balfe, más conocida por su trabajo en la teleserie OutlanderFoster lleva su película hacia la denuncia social como acto de veracidad y, por eso, el filme es poco creativo en términos formales: no hay ningún gesto formal que nos distraiga de lo que está en juego. Aquí se busca afilar la guillotina para ajusticiar actos de corrupción del sistema. Se trata del capitalismo parasitario propio de la economía neoliberal. Se trata de Wall Street. También se trata de la televisión, de ese ente informativo capaz de manipular la opinión pública a su antojo. El personaje contrastante es Kyle Budwell, especie de Robin Hood actual, quien decide vengar a los estafados por Wall Street y comienza por apoderarse de un canal de televisión. Aquí viene la mejor actuación del elenco, la del joven inglés Jack O’Connell.

16 comentarios:

Wílliam Venegas Segura (DW) dijo...

EL MAESTRO DEL DINERO

Título original: Money Monster
Estados Unidos, 2016
Género: Acción
Dirección: Jodie Foster
Elenco: George Clooney, Julia Roberts
Duración: 100 minutos
Calificación: CUATRO ESTRELLAS ( * * * * ) de cinco posibles

Wílliam Venegas Segura (DW) dijo...


SINOPSIS

La trama gira alrededor de un vocero de Wall Street, llamado Lee Gates (George Clooney), quien tiene su propio programa de televisión para manosear decisiones en el juego de obtener riqueza sin ética ni escrúpulos.
La productora de dicho espacio televisual es Patty Fen (Julia Roberts) y, entre ellos, pretenden hacerle el juego a una empresa corrupta que se ha declarado en quiebra y ha mandado a la pobreza a mucha gente humilde que creyó en su discurso.
Es cuando aparece el personaje contrastante: Kyle Budwell, especie de Robin Hood actual, quien decide vengar a tantos estafados y comienza por apoderarse del canal de televisión hasta que la verdad sea dicha.

Diego Gutiérrez dijo...

Me preocupa que tan poca gente hable de esta película, es buenisima, es una fotografia instantanea de los sucesos actuales, una patada hacia wallstreet y la sucia manipulacion de medios de una forma amena, muy entretenida sin perder el hilo y el suspenso de un buen thriller, la actuacion del joven Jack O’Coonell es simplemente virtuosisima, de lo mejor de la pelicula, sumado ya a dos grandes protagonicos curtidos en el arte de actuar. un film que sobresale ante tanta basura comercial que es el cancer de la cultura filmica actual.

http://www.nacion.com/ocio/cine/Critica-cine-maestro-dinero_0_1565243494.html

Wílliam Venegas Segura (DW) dijo...

Diego:
Usted se come todas las tildes, pero igual compartimos su punto de vista.

Aníbal Ricci dijo...

Jodie Foster esboza una alerta sobre dónde está el dinero real (ese que tenía su respaldo en oro) o, dicho de otro modo, de si el dinero que se transa es real o ficticio, pero tampoco ahonda demasiado en el tema. Se detiene un poco más en la globalidad del mundo financiero y de las comunicaciones, pero ahí surgen hackers sacados del sombrero y búsquedas demasiado exitosas de un buscador de Internet, lo que resta credibilidad a la supuesta arista periodística de esta película que, pese a sus falencias, tiene buen ritmo y es bastante entretenida.

Gonzalo Restrepo Sánchez dijo...

Buena película donde Foster no se complica para nada en la puesta en escena y nos muestra como el dinero y detrás la televisión como un medio sin rodeos, se acercan a una situación que sin salida aparente en su trama (por aquello de donde está mi dinero), todo concluye con una propuesta de verosimilitud aristotélica. Y es que mientras vivamos en este planeta, todo lo es el dinero.

Un thriller pues en tiempo real, que nos deja por momentos un respiro a una intriga cargada de buena dosis sobre que pasará al final de todo. Además, la historia nos deja siempre la lección, que todo lo que brilla sí es oro (para este caso).

Lo que sí resulta extraño es que el suspenso de pronto se pierde, ya que el guión invita a una intriga secundaria que nace en el segundo tercio del filme. Esto es un error desde el punto de vista de escritura cinematográfica, pero la cineasta y actriz lo resuelve buen, amén de las caracterizaciones de Clooney y Julia Roberts. Historia pues bien entretenida que el público acepta sin condición alguna.

Gonzalo Restrepo Sánchez
Visite:www.elcinesinirmaslejos.com.co

Ivopip dijo...

El problema es que el guión ofrece mucho más jugo desde escenarios críticos sobre la crisis económica de 2008, el retrato de Wall Street, al esperpento periodístico hecho espectáculo o la estupidez de la opinión pública en general. Y ahí es donde la película no acierta a pasar la línea y hay demasiadas concesiones a los secundarios en lugar de al drama del protagonista, y a los giros y los golpes de efecto en lugar de a verdaderas reflexiones que no consigue desarrollar.

Bigas dijo...

Lo mejor: Los actores, especialmente Jack O'Connell y Julia Roberts. Los dos están magníficos, yo por lo menos sentí bastante lástima por el personaje de O´Connell, su actuación me produjo mucha empatía. Clooney es Clooney haciendo de Clooney.

Esta es una peli pasable, no nos vamos a engañar, no es tan maravillosa como nos quiere hacer creer el tráiler, la simpleza de su argumento y las inmensas licencias que se toma (sobre todo en su segunda parte) tiran por la borda el buen trabajo actoral e incluso traiciona un poco el espíritu de la cinta.

Cine Hoyts dijo...

En la tensa e intrigante película de suspenso Money Monster, Lee Gates (George Clooney) es una llamativa celebridad televisiva cuyo popular programa financiero lo ha convertido en el mago del dinero de Wall Street. Pero después de que él recomienda unas acciones de alta tecnología que caen misteriosamente, un inversionista furioso (Jack O’Connell) toma como rehenes a Gates, a su equipo y a su eficiente productora Patty Fenn (Julia Roberts) mientras se transmite el programa en vivo. Discurriendo en tiempo real, Gates y Fenn deben encontrar una forma de mantenerse con vida al tiempo que descubren la verdad detrás de un entramado de grandes mentiras financieras.

Carmen Fernández dijo...

DW, el problema es que estas películas tan críticas se dan a cuentagotas mientras las otras que son masivas se dan por montones.

Saludos, Carmen Fernández

Carmen Fernández dijo...

DW, pienso que estas son las películas que debe retomar el Club Magaly porque permiten buenos foros.

Saludos, Carmen

Po dijo...

Gracias DW que yo como doña Carmen iré a verla por su recomendación con mi linda esposa panda-

Wílliam Venegas Segura (DW) dijo...

Carmen y Po:
Saludos

Sergio dijo...


Pocas veces sucede que, al analizar un filme, uno se puede dejar ir por los sucesos en pantalla y simplemente disfrutar de una trama que logre envolver al espectador por su buen tratamiento de principio a fin y que consiga lograr más de su argumento inicial; es decir, que presente temas, las desarrolle y el espectador pueda diferir más o encontrar interpretaciones personales.
Es con el estreno silencioso, casi desapercibido, de la nueva película de Jodie Foster, Money Monster (El Maestro del Dinero), ahora más cómoda detrás de la cámara, donde las ideas se ven expuestas de la manera más clara posible y donde el enfoque va más allá del mero metraje; es recuerdo, apertura de ideas, aclaración, denuncia.

Pero aquí, el tema está claro y su punto de vista completo y punzante, algo parecido a lo que quiso hacer la genial The Big Short. Lastimosamente, con un guion tan interesante, y con tantas capas temáticas en sus manos, la dirección de Foster es plana y poco inventiva; más bien, apenas funcional. Con un montaje hiperactivo que no ayuda muy bien a los cambios y transiciones, pero que se comprende el sentido al terminar el filme. De igual manera, George Clooney no muestra más que sus dotes actorales ya conocidos y presenta un personaje principal que ya hemos visto en él. Es la actuación más débil del elenco.

A pesar de eso, a Money Monster no le falta emoción y tensión constante y cautivante. El buen manejo de sus partes es el ejemplo perfecto del término en inglés suspensión of disbelief (“suspensión de la incredulidad”, término al cual ya volveremos). Porque resulta paradójico: aunque la edición sea medio alocada y los movimientos de cámara ansiosos e inquietos, el ritmo nunca se pierde. Los momentos aislados de la línea narrativa principal se ven entrelazados en el tercer acto, que es totalmente orgánico y fiel a su mundo y que sabe utilizar bien sus atajos para llegar a un clímax final que resulte satisfactorio. Al final, la satisfacción —o no— que deja es de la manera menos esperada.

Sergio dijo...

Al tener una premisa basada en una especie de sátira hacia los analistas de la economía estadounidense y dar paso a los acontecimientos que vemos en la película, el espectador entra en lo que se llama la “suspensión de la incredulidad” (traducción literal), donde acepta cualquier simplificación de algún giro narrativo o relativa “incoherencia” para mover las piezas de la construcción y hacia el desenlace de la historia. En Money Monster, esa suspensión es clave para dejarse llevar por la tensión que se consigue y así observar las ideas de la película misma.

Pero es que el tipo de denuncia sutil en el subtexto de Money Monster es clave y con ciertas secuencias dignas de tener en cuenta o para reflexionar (en especial una toma donde aparece un futbolín, genial). Así, los temas de control ante una situación extrema, el periodismo, los gustos de las personas a la hora de consumir algún producto o las opiniones en televisión que influyen en las decisiones de los consumidores, entre otros, quedan implícitos en los sucesos de los personajes que queremos ver triunfar ante la maquinaria y sociedad, de la cual todos somos parte.
De nuevo, hay paradoja: se debe ver la película como una invención de mero entretenimiento, que acelera el ritmo y trabajo narrativo, para que, de esta manera, el espectador caiga en cuenta de su realidad, reflejada, como trabajo de ficción, en pantalla.

Por ahí hay buena música que acompaña bien las imágenes y fotografía adecuada. Pero hay que recalcar el trabajo de la nueva generación de actores, que se lleva el peso dramático. Mientras que Clooney, ya mencionado, y Julia Roberts, son los veteranos que saben lo que hacen, pero parecen en piloto automático, los nuevos rostros son los que entregan las mejores y más interesantes actuaciones: la firme y decidida Caitriona Balfe, prestada de la excelente Outlander; y Jack O’Connell (Unbroken), que da la mejor actuación del elenco; él es el eje claro de tensión en la historia pero, además, de la contradicción humana. Excelente.

Me abstuve de contarles detalles de la trama a propósito para que vayan a verla y se lleven la buena sorpresa que tuve al sentarme en la butaca hace unos días (incluso, si pueden, eviten el trailer). Money Monster no es —ni necesita ser— la mejor película del año, pero sus cualidades e incisiva muestra de lo que somos las personas en esta era de tecnología apabullante y consumo desenfrenado son suficientes para ir a ver esta pequeña muestra de que el entretenimiento ligero (light) puede llegar a ser de los que más te pone a pensar al finalizar por su manera de adentrarnos en su acción y suspenso internos que llevan a captar mejor las contradicciones de la realidad externa.

Rembrandt dijo...

Una película para no perderse no hay muchas de su tipo. El buen cine hay que celebrarlo y la mejor manera es viéndolo no hay otra. Gracias por su recomendación.

REM