Muere un gran director de cine, irreverente, Ken Russell

Ken Russell en los años 60

Es fácil hablar del director de cine inglés Ken Russell como un extravagante, ahora, a su muerte, oficialmente el pasado 27 de noviembre, 2011. Russell nació el 3 de julio de 1927 y cuando yo vi su película Mujeres apasionadas, en 1969, supe que estaba ante un director fuera de las reglas cinematográficas y, más aún, fuera de las reglas sociales. Sus siguientes películas me hicieron sentir la fuerza dramática y la irreverencia como nunca en el drama. Recuerdo La otra cara del amor (1970), intenso retrato de Chaikovski desde su música y con la mejor actuación de Richard Chamberlain. Aún, Vanessa Redgrave y Oliver Reed me son inolvidables con ese acuciante drama que es Los malditos (1971), filme prohibido en muchos países. La película Mahler (1974) me fue útil para acercarme por siempre a la música de este genio y a reconocer un buen actor en Robert Powell. El filme Lisztomanía me parece aún una locura sabrosa con los líos entre los compositores del romanticismo Liszt y Wagner. A su muerte, hoy, lo que aquí menciono –creo– es lo mejor de Ken Russell. ¡Es más que suficiente! (wvs)

CINCO filmes inolvidables con el eje de la invasión militar

APOCALIPSIS AHORA (1979)

Película enorme, con todo el talento del gran director Francis Ford Coppola y la admirable actuación de Marlon Brando. Cine antibélico desde lo profundo de su contenido y desde la bien propuesta demencia de sus imágenes. La música de Wagner con el vuelo circundante de las aspas de los helicópteros es secuencia genial. Cine con mayúscula.

PELOTÓN (1986)

Oliver Stone demuestra su capacidad para plantear un filme desde la vibración misma de los conflictos (la guerra de Vietnam). Filmada a tumba abierta, tal la fuerza visual y tal la agudeza de sus diálogos, ahonda con convicción y coherencia en el compromiso del cine de tesis.

NACIDO PARA MATAR (1987)

Con el perfeccionismo de su director Stanley Kubrick, se destaca la agresión sobre los jóvenes que se preparan militarmente en los ejércitos, que los reduce como personas. Luego nos muestra la sinrazón de la guerra con gran entereza y fuerza en los conceptos estéticos y de contenido.

NACIDO EL 4 DE JULIO (1989)

Oliver Stone filma con intensidad visual, con la de su personaje, hombre que fue a Vietnam convencido de salvar a su país, quien regresa derrotado y limitado físicamente, lo que generará en él profundos cambios de personalidad. Hay vigor en la narración y hay vigor en lo conceptual.
EL CIELO Y LA TIERRA (1993)

Final de la trilogía de Oliver Stone sobre Vietnam. Si en Pelotón retrata la guerra y en Nacido el 4 de Julio ahonda en las secuelas psicológicas sufridas por los soldados; aquí muestra las repercusiones sociales de la guerra por medio de un sargento que regresa a los Estados Unidos casado con una vietnamita, quien tiene grandes dificultades para ser aceptada en EE. UU.

Los géneros cinematográficos es tema en tele x Internet

Programa de televisión por Internet
Desde Mi Butaca
por www.mibutacavip.com

LOS GÉNEROS CINEMATOGRÁFICOS
Quedando luego a la carta en el enlace de TV EN LINEA:
http://www.mibutacavip.com/category.php?id_category=47

Y si usted quiere un enlace totalmente directo
aquí está este con un clic en:
http://www.mibutacavip.com/product.php?id_product=279

El amor no es amado, conocida frase de Francisco en teatro

Decía Jean Renoir: "Los grandes directores emplean toda su vida haciendo una y otra vez la misma película"; siento que esta frase le es aplicable al director teatral Luis Carlos Vásquez con la puesta en escena de su propio texto titulado El amor no es amado. El texto es muy fragmentado con su acontecer narrativo, pero con aciertos como representación, con un bien pensado diseño del sentido coral de los actores, quienes se conjuntan y se dispersan, se unifican y se individualizan con gusto escénico y asumen "formas distintas" para enriquecer lo conceptual (el concepto) en juego. Los actores responden de manera aceptable a la inventiva creadora del señor Vásquez, menos Bernardo Barquero como Francisco de Asís (él solito se siente coro de tragedia y pierde el tono lírico de su Francisco) y resalto a Rocío Carranza como Clara y a Jonnie Obando. Lo cierto es que la creatividad artística de Luis Carlos Vásquez –hora es de entenderlo así– puede gustar o no, pero no es nuestro gusto quien determina su calidad (válido para cualquier expresión artística). Felicité a Vásquez al final y lo reitero. Mi colega Andrés Sáenz disparó a matar contra este trabajo con su crítica Cursilerías santurronas, de la que dejo aquí su enlace, por si gustan ustedes de leer ese otro punto de vista:

http://www.nacion.com/2011-11-10/Entretenimiento/NotasSecundarias/Entretenimiento2971568.aspx

Poder que mata: ¿es que aún... aún no entendemos...?

Por más que lo intentó con algunas tomas abiertas, al director Doug Liman le fue imposible superar el cansado ritmo verbal (discursivo) de su importante película Poder que mata (2010), donde la acción es transmitida con diálogos a ritmo de metralleta. Es filme valiente para demostrar lo que sabemos: que la invasión a Irak fue injustificada y, por eso, criminal, guerra en la que se empeñó el entonces presidente Bush, quien, para justificarla, le mintió al mundo con total impunidad. Narra la historia de Valerie Plame, agente de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), cuya identidad fue “soplada” por la Casa Blanca para desacreditar a su marido, Joseph Wilson, diplomático, quien en el año 2003 escribió un artículo en el New York Times donde acusaba a la administración Bush de haber manipulado a la CIA con respecto a la existencia de armas de destrucción masiva por parte del régimen de Sadam Hussein. Tales armas no existían. Es extraordinaria la actuación de Naomi Watts como la agente Plame. Como buen soporte, Sean Penn se luce con su papel. Pese a cualquier reparo, Poder que mata es película para recomendar, sobre todo cuando ese juego político busca repetirse hoy contra otros países, como antes con Irak, hace poco con Libia y se hace ahora con Irán. (wvs)

Adriana Álvarez es buena actriz y encanto de persona

Ya está en línea el más reciente programa de Desde mi butaca:

fresca conversación con la actriz costarricense Adriana Álvarez

Enlaces, clic en:

www.mibutaca.vip.com

Más directo, clic en:

http://www.mibutacavip.com/category.php?id_category=46

Y más directo aún, directísimo, clic en:

http://www.mibutacavip.com/product.php?id_product=278

La piel que habito: ¿la del melodrama o la del drama?

La piel que habito (2011): Pedro Almodóvar escudriña en el componente emocional del ser humano y lo hace con sagacidad, pero también con crueldad allí donde la crueldad habita, a partir de su propio guion, basado en la novela Tarántula, de Thierry Jonquet. En la trama, un eminente cirujano plástico elabora una piel sensible a las caricias que, a la vez, cambia la fisonomía total de una persona. Solo que para poner en práctica ese hallazgo, se debe carecer de escrúpulos. Con tal relato, Almodóvar logra perfecta transgénesis cinematográfica entre el drama y el melodrama. ¿Es película retorcida? No más que la vida misma. ¿Es polémica? Claro que sí, donde el tema de la transgénesis logra convertirse en cinta turbadora. Responden con vibrantes actuaciones tanto Marisa Paredes como Elena Anaya. No son tan intensas las actuaciones masculinas. A Antonio Banderas le cuesta sacudirse de algunos tics aprendidos en Hollywood. Según el hábito del Pigmalión enamorado de una escultura hecha por él, en La piel que habito ese tema provoca conductas alienantes. Todo deviene palpable por la buena fotografía de José Luis Alcaine. Extraordinaria la música de Alberto Iglesias. El ímpetu entre ritmo y pausas es magnífico gracias al montaje de José Salcedo. Almodóvar se luce como narrador, fino en la definición de personajes y como un lince para el desarrollo de los diálogos. Película excelente sobre el amor y el odio como rostros de una misma moneda. No se la pierdan. (wvs).

Misoginia entre otras tantas estupideces: Si fueras yo

En Hollywood, a los creadores de comedias se les ha desteñido toda sustancia gris y, por ello, no son capaces de crear un verosímil humorístico con ciertos rasgos de dignidad. Prueba es la mala película Si fueras yo (Change-Up; 2011), dirigida con impericia por David Dobkin. Lo único que nos hace soportar tanta estupidez son las actuaciones de Jason Bateman (sobre todo) y de Ryan Reynolds, con una grata presencia –en dos o tres momentos– de ese veterano y gran actor que es Alan Arkin (¡cómo olvidarlo de sus mejores años!). Si las películas de acción cargan ya el ánimo con sus acostumbrados héroes supermachos, estas comedias abaratadas insisten en subrayar su misoginia. El problema de esto no es solo ideológico, es que realmente afecta el desarrollo narrativo y humoroso de la comedia. Con películas así, si usted fuera yo o como yo, lo mejor sería buscar otra cinta mejor. (wvs)

Una visión adulta del llamado cine infantil: ¡bien... atentos!

Ya está en línea el programa
Desde mi butaca,
esta vez con el tema de:
Visión adulta del cine infantil
Está en el enlace de TV EN LINEA,
clic aquí mismo:
http://www.mibutacavip.com/
enlace directo, clic aquí mismo:
http://www.mibutacavip.com/category.php?id_category=47

El precio del mañana: es ciencia-ficción conspirativa

Si hay una película que podría ser emblema del movimiento mundial de los Indignados, es  El precio del mañana (2011; In Time), escrita y dirigida por Andrew Niccol. El problema con Niccol es que le cuesta mantener igual brío durante todo el metraje, como si lo obligaran a contenerse con sus críticas o como si el relato se le escapara de la mano. En todo caso, prefiero recomendar esta película por su habilidosa construcción escénica de un mundo futuro degradado, donde el paisaje y la arquitectura son reflejos de las contradicciones sociales y donde la lucha de clases no solo se mantiene, sino que se ha magnificado con la concentración de la riqueza en pocas manos. El precio del mañana es parábola: el futuro como cuestionamiento del presente, característica de los buenos relatos del género fantástico. En la trama no solo se ha liquidado el patrón oro, sino también el papel moneda y es el tiempo de vida quien ordena cualquier relación: se vive hasta los 25 años; luego, los minutos de vida se compran, se venden, se intercambian, se alquilan, por lo que los pobres viven menos y los ricos son eternos con un físico de 25 años. Es cine conspirativo contra el sistema capitalista, con logros narrativos y con artística habilidad escénica, buenas actuaciones, digno del grupo Occupy Wall Street. (wvs)

De verdad que salió bien este programa, ¿o me equivoco?

Ya está en la página de www.mibutacavip.com
el nuevo programa de Desde mi butaca,
con el cineasta Jürgen Ureña
y los presentadores de siempre (Hárold Quesada y Wílliam Venegas),
con buen trabajo de "edición" posterior de Marvin Solano.
Dirección de Gonzalo Montero y producción de Jenny Marín.
El enlace directo para verlo es (clic en):
http://www.mibutacavip.com/product.php?id_product=272

Con Soderbergh y con sexo, mentiras y video hasta hoy

En 1989, Steven Andrew Soderbergh necesitó solo ocho días para escribir su primera y exitosa película: Sexo, mentiras y video, ganadora de la Palma de Oro en Cannes. Tal fue su triunfo que se le consideró –a la película– una revolución del cine independiente. Luego le siguió la película Kafka (1991), en blanco y negro, donde Soderbergh se atrevió con la literatura y la realidad del notable escritor checo Franz Kafka. Después de otras seis películas, vinieron tres títulos que lo catapultaron del todo, a saber: Erin Brockovich (2000), Tráfico (2000) y La gran estafa (2001). El compromiso artístico de Soderbergh con el cine se manifestó cuando hizo Solaris (2002), versión fallida del clásico fílmico de Andréi Tarkovski (de 1972). De su profusa filmografía posterior, se pueden destacar las dos cintas sobre el Che Guevara (Che, 2008), con el actor Benicio del Toro y El desinformante (2009). Su título más reciente es Contagio (2011), ver entrada anterior, abajo. (wvs)