"Las heridas del viento", buen teatro, sin duda

Arturo Campos y Leonardo Perucci
le dan vitalidad, con sus actuaciones,
a una fértil puesta en escena
en la Sala Vargas Calvo.

Grata sorpresa con la obra teatral titulada Las heridas del viento. No solo por encontrarnos ante un texto dramático inteligente, de humor punzante en el momento oportuno, drama sobre la soledad y sobre las relaciones paterno-filiales. El texto es del español Juan Carlos Rubio, quien hilvana finamente el drama con la función poética del texto. Es la historia de David, quien debe hacerse cargo del legado de su padre tras su muerte. Entre sus papeles encuentra algo inesperado: cartas de amor de otro hombre. Desconcertado, David busca al remitente para descubrir cómo era realmente su padre. La homosexualidad da espacio a la reflexión sobre el amar sin ser amado y sobre la figura paterna. El perfil de los personajes encuentra agudas actuaciones de un excelente Leonardo Perucci, como el viejo homosexual mortificado por la soledad, y de Arturo Campos, mejor con sus soliloquios que durante los diálogos con Perucci.  Puesta en escena al servicio de la riqueza de los parlamentos y del suceder de los acontecimientos, sencilla y funcional, pausada sin dejar de ser intensa, con atinado uso de la música de Vivaldi. La dirección de Mariano González se ajusta a concederle al texto la importancia que tiene y a no imponerse sobre él. Muy bien por Tictak Producciones. wvs